martes, 17 de febrero de 2015

Que las artes marciales vuelvan a las artes marciales mixtas.


Recordé esa frase en una entrevista hecha a Frank Shamrock que leí hace poco. Era una especie de iniciativa que tenía el principal de "Bellator", la segunda promoción de MMA de los Estados Unidos, para eso había reunido algunas personas de la vieja era y tratar el tema. Personalmente quiero aportar desde este insignificante espacio en la red a esa idea. Pero antes vale citar dos puntos en los que he meditado ultimamente.

Artes marciales significa literalmente "artes de guerra", como sabemos la guerra tiene sus intereses, a veces la astucia de los políticos usa el amor a la patria, la defensa del territorio, la fé y demás como estrategia para sus intereses. Recordemos las dichosas cruzadas, cuando se suponía se iba a recuperar los lugares sagrados del cristianismo, pero en realidad se quería tomar posesión de las rutas comerciales hacia oriente, de donde provenían especias, tejidos y demás productos muy importantes, ya que por cierto el mediterraneo era propiedad de los piratas; así mismo un loco que tenía una nana que lo maltrataba ocasionó una gran guerra con genocidio incluído por puro desquite, y usó como arenga la reconstrucción de la dignidad nacional, entre otras cosas; hablemos de unos tipos que en nombre de la fé se divierten matando cristianos y su complejo de exhibicionismo sádico los lleva a publicitarlas en video, cuando su objetivo final es conquistar desde oriente medio pasando por el norte de áfrica hasta llegar al sur de España (que por cierto si las cosas siguen así tendrán que ir pensando en alguna nueva guerra de reconquista); y para rematar un presidente que se peleaba con la esposa decidió armar una guerra al país vecino para distraer... Cada guerra tiene orígenes más locos que otra.

Pero las artes marciales tienen origenes en hombres pacíficos, es decir los monjes budistas de la india, los cuales estaban más preocupados en abandonar las imperfecciones de esta vida y alcanzar el nirvana y con ello el cese de las transmigraciones, que en cosas que nos preocuparían a nosotros como llenarnos los bolsillos de plata como sea, ligar muchas chicas, ser famosos o lo que sea que pudieramos pensar. La semilla de lo que serían las artes marciales nació de la necesidad de estos pacíficos hombres de defenderse de los saqueadores, bandidos, rateros, etcétera, que se aprovechaban de los buena gente de los monjes para robarles, y como éstos estaban cansados de que les quiten lo poco que llevasen en su viajes pues inventaron sus métodos de defensa que a su vez pasaron a china, y el resto ya lo saben.

Tan efectivas las dichosas artes que era normal que los guerreros las empezaran a aprender para aplicarlas en combate, y así se fueron puliendo a lo largo de los siglos....

Para aprender artes marciales o eres un predestinado y aprendes rápido (lo menos común) o tienes disciplina y después de años de constancia llegas a la maestría. Todo envuelto en un ambiente de respeto, reverencia a la autoridad, tradición y repito, respeto.

Pero siempre hubo cabezas huecas que por tener cierto talento y haber aprendido se creían con todo el derecho a hacer los que les daba la gana, normalmente este tipo de bestias era expulsado del dojo por el maestro.

El hombre moderno quiere todo rápido, fácil y en un bonito envoltorio, o si es el que lo vende pues idear la estrategia que llegue a captar el mayor número de clientes que te den beneficios, y por un lado vemos tantos Mc Dojos en ciertos países que con un buen pago y en poco tiempo te da cintas negras como quien reparte volantes para una kermesse, y por el otro lado tenemos según mi opinión el problema de en lo que se está convirtiendo el MMA.

Por un lado como los fans sabemos el origen de este deporte está ligado al vale todo y a la pregunta de cuál es el arte marcial más efectiva, hasta que aparecieron tipos entrenados específicamente para la jaula como el caso de Vitor Belfort, ya no era gente que venía de un arte marcial y complementaba su estilo, ya era un deporte distinto, básicamente se mezcla lo mejor de varios mundos, muay thai, boxeo occidental, lucha, jiu jitsu brasileño y alguna que otra innovación que aparece de vez en cuando.


Esto se volvió un deporte de alta competencia, con presiones, dinero, auspiciadores y para rematar apuestas... Ya con dos UFC cancelados era complicado decepcionar al gran capital, a los millones de dólares que se ponen en juego en cada evento. Atletas presionados, si son de cartel preliminar, obligados a pelear para generar dinero, gastos en entrenamiento, suplementos, si tienen sponsors las obligaciones del caso, imagen, apariciones en películas, prensa. Todos con el problema de necesitar rendir más para verse competitivos, ganar, ganar, el corte de peso para la balanza, y así trabajando para ganar dinero, siempre se ha dicho que menos que los boxeadores, mucho menos.

Y esto se volvió una máquina de generar dinero, y como toda máquina es deshumanizante, poniendo por encima el fin de los beneficios por sobre la persona. Nos volvimos mercantilistas, exitistas...Y peor aún con las apuestas de por medio, y las decisiones controversiales de los jueces, las suspicacias, el "no se lo dejes a los jueces".

Mientras el espíritu de las artes marciales relegado a un último plano sólo para dar un cierto aire de misticismo a alguna que otra publicidad.

Adiós marcialidad... Ojalá te volvamos a ver, o quizás sea mejor que deje de llamarse "artes marciales mixtas" y se llame "pelea de jaula".
















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